Proyecto en barrio nuevo de Granada en el que se diseñó un espacio de día de cocina-comedor y salón, pegado a un gran ventanal con terraza. Una mezcla de tonos blancos y beige, con una pared de ladrillo desgastado que le aporta un toque diferente. En la terraza, se creó un espacio de disfrute con muchas plantas y ambiente cálido.